Biografía

Mi trabajo videográfico explora la articulación de múltiples planos y pantallas como medio para construir narrativas simultáneas. Desde la videoinstalación, concibo el dispositivo audiovisual como un espacio capaz de contener relatos complejos y expandir sus posibilidades expresivas. Este interés por desestabilizar la linealidad del tiempo se nutre de mi formación en pintura, donde el collage y el de-collage fueron decisivos para pensar la imagen como fragmento y recomposición. El vídeo, en este sentido, se convierte en una herramienta para generar estructuras narrativas no lineales, interrumpidas y discontinuas, modificando la percepción del tiempo y del espacio en quien observa.

Mi enfoque busca resistir la naturalización de la vida como espectáculo, abriendo grietas para el pensamiento crítico y la conciencia —condición sine qua non para la libertad creativa. Esto versa sobre la relación entre contenido y ética, destacando la profundidad y la relevancia del mensaje artístico. No obstante, para mí siempre existirá un contrasentido en la posibilidad de descuidar lo estético, que lejos de ser un obstáculo alimenta el núcleo de mi práctica.

Retomo la experimentación y el espíritu crítico de las vanguardias del siglo XX como un acto de resistencia frente a las convenciones y las políticas de vaciamiento promovidas por el mercado del arte contemporáneo. Mis obras invitan a reflexionar sobre la simultaneidad y la fragmentación, inscribiéndose en un linaje que remite a Dziga Vertov y se amplía con influencias de cineastas y artistas como Wolf Vostell y Werner Schroeter. Este proceso, iniciado en 1981, continúa impulsando mi búsqueda de un lenguaje visual que ponga en crisis el tiempo, el espacio y la mirada.